lunes, 6 de junio de 2016

Gastronomia

La cocina tradicional de San Miguel se deriva de una mezcla de sabores indígenas y europeos, incorporando ingredientes de todo el altiplano mexicano, incluyendo los estados de Querétaro, Jalisco, Michoacán y San Luis Potosí. Además de la comida tradicional, también podemos gozar de la cocina internacional y gourmet en San Miguel.
Algunas de las especialidades que debemos saborear durante nuestra visita son enchiladas mineras, pacholas y fiambre. Las enchiladas mineras, un platillo lo suficientemente sustancioso como para satisfacer el gran apetito de un minero, está hecho con tortillas fritas rellenas de queso o pollo, bañadas en una salsa de chile guajillo y cubiertas con lechuga, zanahorias fritas y papas. Las pacholas son empanadas fritas rellenas de carne molida. El fiambre está hecho con diferentes carnes (res, pollo y puerco), frutas y verduras y servido sobre una cama de lechuga, bañado con salsa vinagreta.
Entre las bebidas tradicionales del estado de Guanajuato, encontraremos agua de betabel y dos bebidas fermentadas diferentes: el colonche, hecho de tuna y la cebadina, una mezcla de agua de cebada, tamarindo y Jamaica, a la que se le agrega bicarbonato de sodio en el momento de servirla para que contenga burbujas. Se dice que la cebadina es un excelente remedio para la cruda. Para el postre se sugiere probar los tumbagones, un pastelito en forma de tubo hecho de tomates verdes y salpicado con azúcar en polvo. Hay dos tipos de dulces tradicionales que debemos tomar en cuenta: la cajeta de Celaya, un caramelo hecho de leche de cabra, y fresas cristalizadas.
Para una cena tradicional, se sugiere ir al Mercado Ignacio Ramírez, donde encontraremos un festín de aromas y colores. En la sección del mercado dedicada a los puestos de comida, con seguridad podremos satisfacer nuestro apetito por la comida guanajuatense. Para una cena especial, se sugiere ir al Andanza, el elegante restaurante del hotel Casa Sierra Nevada, o La Posadita, un lugar romántico con una vista fabulosa. Hay que llegar a tiempo para disfrutar de la puesta del sol.

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